
Descubriendo la ciudad de Pisa
Pisa es una de las diez provincias que componen la bella región de la Toscana.
Ciudad conocida por su rico patrimonio artístico, histórico y folclórico, está situada en la llanura del río Arno, a poca distancia de la costa Tirrénica.
Al contrario de lo que muchos puedan pensar, Pisa no es sólo su Torre Inclinada sino que cuenta con otros muchos atractivos en el centro histórico o paseando por sus "lungarni" (calles a lo largo del Arno) en donde se puede encontrar multitud de huellas de su pasado histórico, y disfrutar en las numerosas "trattorias" de una excelente gastronomía que se base especialmente en platos de pescado.

Comenzando el recorrido en la famosa Plaza de los Milagros, cuyas construcciones en mármol blanco resaltan sobre el verde de la pradera, se puede contemplar la famosísima Torre Inclinada (que en realidad es el campanario del Duomo) además del Baptisterio y del Camposanto, junto al cual se pueden admirar restos de la antigua muralla del siglo XII (muralla medieval de unos 11 metros de alto, 2 de ancho y unos siete kilómetros de extensión). Igualmente, se pueden visitar museos como el Museo delle Sinopie, donde encontraremos bocetos de frescos o Sinopias realizados con tierra ocre y cuyo nombre proviene de la ciudad de Sinope en Turquía, o el Museo de la Opera del Duomo con piezas como el Grifo de bronce.
Continuando el recorrido se alcanza la Plaza de los Caballeros, corazón intelectual de la ciudad situada en el barrio de Santa María. También se asoman a esta plaza la iglesia de San Stefano y el Palacio del Reloj, que cuenta con dos torres medievales. Otro edificio que evoca el pasado glorioso de Pisa es el Palacio de la Sapienza, que fue y sigue siendo uno de los más prestigiosos ateneos universitarios de Italia.
Asimismo, se puede observar el Palacio Agostini, en cuya primera planta se encuentra el famoso Caffè dell'Ussero, punto de encuentro de literatos toscanos del siglo XIX. El barrio de San Francisco concentra muchas de las iglesias de la ciudad, como la de Santa Caterina o San Paolo all'Orto, algunas de ellas románicas como la de Santa Cecilia, o San Matteo que actualmente acoge el Museo Nacional donde se exponen colecciones de cerámicas medievales y pinturas pisanas de los siglos XII y XIII, además de otras piezas de gran valor artístico como el busto-reliquia de San Lussorio realizado por Donatello.

A orillas del Arno se descubren algunas de las construcciones más representativas del estilo pisano medieval: las Casas-Torre, símbolo del poder de las distinguidas familias pisanas durante la Edad Media, divididas en varias plantas y que cumplían diferentes funciones comerciales y civiles, además de las eminentemente vinculadas a la defensa. En el Lungarno Mediceo se encuentran interesantes edificios como el Palacio Toscanelli, en el que se hospedó Lord Byron cuando Pisa era conocida como "Paraíso de los exiliados".
Cruzando el río, por el Ponte di Mezzo, se entra en el barrio de San Martino y San Antonio. En este barrio, se puede visitar la iglesia con planta octogonal del Santo Sepulcro, o la de San Martino, repleta de obras de arte. No se puede olvidar la iglesia de Santa Maria della Spina, cuyo nombre se debe a una de las espinas de la corona de Jesús que se custodió durante mucho tiempo en este templo.
Disfrutando del paisaje paseando a orillas del Arno se llega a una plaza donde se encuentra la magnífica iglesia de S. Paolo a Ripa d'Arno, antiguamente conocida por "Duomo Vecchio".
Pisa es, además, un centro universitario y de investigación de alto nivel. A su Universidad, fundada en 1343 y a su Escuela Normal Superior (fundada en 1810 por Napoleón, tomando por modelo a la Ecole Normale Superieure de París) se suman la más joven Escuela Superior Santa Ana (especializada en Economía, Derecho, Medicina e Informática) y el CNR, Centro Nacional de Investigación, uno de los polos de investigación más a la vanguardia en Italia.
Pero no sólo es historia, arte, estudio e investigación. Las posibilidades de entretenimiento no faltan: para ir de compras basta pasear por Corso Italia o bajo los soportales del Borgo Stretto, pasar por el mercado de fruta y verdura en la característica Plaza "delle Vettovaglie", a pocos pasos del Puente di Mezzo, donde aún es posible hallar mesones y locales típicos que cocinan platos de la cocina pisana y toscana.

Durante una temporada del año es posible, con un minicrucero por el río,disfrutar de la belleza de los "lungarnos" o de llegar incluso hasta el Parque de san Rossore, un área protegida de bosque y monte mediterráneo abierto todo el año. Allí es posible realizar visitas guiadas a pie, a caballo, en bici, carroza o incluso en un pequeño tren. También en el interior del Parque tiene su sede el Hipódromo, con la temporada de carreras al galope entre octubre y marzo.
Para quien ama la música, hay que resaltar en otoño -setiembre y octubre- el Festival de Música Sacra "Anima Mundi", en el interior de la Catedral, del Camposanto y de otras iglesias de la ciudad, con la participación de directores de orquesta y coros de carácter internacional.
En la costa y muy cerca de Pisa, se encuentra Marina di Pisa, en cuya playa abundan los balnearios y los restaurantes con deliciosos platos de pescado. Merece la pena realizar una parada en la Basílica de San Piero a Grado, ejemplo del románico pisano, donde según la tradición San Pedro desembarcó durante su viaje hacia Roma.
Para los amantes de la naturaleza, se aconseja la visita al Parque Natural de San Rossore, con reservas de dunas y pinares en las que abundan especies protegidas de flora y fauna.
Junio, mes de las fiestas pisanas
Como por arte de magia, durante la festividad del patrono San Ranieri, que se celebra cada 16 de junio, a medida que el sol se esconde, Pisa se ilumina con miles de velas. Se trata de la Luminaria, celebración que perfila con luces todos los edificios de la ciudad. Ese día 70.000 candiles blancos conocidos como "biancherie" sugieren lo que la oscuridad esconde, mientras algunas velas se encomiendan a la corriente del río para trazar también su recorrido.
Al día siguiente, el "Palio de San Ranieri" enfrenta a los cuatro barrios de la ciudad en una regata histórica que finaliza con el abordaje de un barco y la toma del estandarte en un asta de diez metros.
Cada cuatro años se celebra la Regata de las antiguas Repúblicas Marineras Italianas que se lleva a cabo por turnos en aguas de Pisa, Amalfi, Venecia o Génova, con embarcaciones de las cuatro Repúblicas, precedida por cortejos que rememoran su pasado histórico.