RECORRIDOS POR NÁPOLES III

Paseo Marítimo de Nápoles, con el Castel dell’Ovo y panorama del Golfo y el Vesubio

La vía del mar: desde Chiaia a Posillipo.

El paseo marítimo entre Castel dell’Ovo y Posillipo, con el panorama del Golfo, el Vesubio y las islas, es la imagen más famosa de Nápoles.
El perfil de la costa está dominado por las macizas murallas de toba de Castel dell’Ovo, el más antiguo de la ciudad, que se levanta sobre el islote de Megaris, enfrente al famoso barrio de Santa Lucia.
Hoy conectada a la tierra firme por un puente, esta isla fue elegida por el patricio romano Licinio Lúculo para construirse su villa. Fue transformada en un convento por los monjes de san Basilio (492 d.C.). En el siglo XII, con los normandos, se convirtió finalmente en un palacio real fortificado.

Borgo Mariani en Nápoles

Merecen una visita la Sala de las columnas, quizás el refectorio más antiguo de los monjes basilianos, construido reutilizando las imponentes columnas de la villa de Lucullo. Desde la Terraza de los cañones, colocada en la parte más alta del castillo, se goza de una vista espectacular del Golfo.
A los pies de las murallas del castillo se encuentra el Borgo Marinari, creado en la segunda mitad del siglo XIX para albergar a las familias de los pescadores y a sus embarcaciones.
Hoy el barrio está lleno de restaurantes y bares de moda y de clubes náuticos.

Via Caracciolo de Nápoles

Paseando por la famosísima via Caracciolo podemos disfrutar de uno de los panoramas más bellos de Nápoles, desde el Vesubio hasta la colina de Posillipo moteada de casas inmersas en el verde, todo ello enmarcado por el azul intenso del mar.
Via Caracciolo corre paralelamente a la Villa Comunale (ya Villa Real), parque ciudadano realizado por Carlo Vanvitelli a fines del 1700, y al viejo paseo marítimo que aún hoy se llama Riviera di Chiaia. En la Villa Comunale se puede visitar el Acuario más antiguo de Europa (fundado en 1872 por el alemán Antón Dohrn).
En la Riviera di Chiaia, en la neoclásica Villa Pignatelli tiene su sede el Museo Príncipe Diego Aragona Pignatelli Cortes, que conserva los decorados originales. Aquí se encuentra la rica colección de pinturas del Banco di Napoli.
En la antigua escudería se está por abrir el Museo delle Carrozze (Museo de los Carruajes) con una colección de carrozas y arreos de época.
Via Caracciolo termina en Mergellina, donde según la leyenda, la corriente arrastró el cuerpo sin vida de la sirena Parténope. También aquí el panorama es impresionante: la colina de Posillipo, la del Vomero y en las lejanías el Vesubio.

Chaia en Nápoles

Cerca de piazza Sannazaro está la via di Piedigrotta (llamada así porque está “a los pies de la gruta”, hoy es una galería, excavada en el siglo I a.C. por los Romanos para facilitar el camino entre Nápoles y Pozzuoli; el barrio que está sobrepasando la gruta se llama, en cambio, Fuorigrotta, que termina frente a la iglesia de Santa Maria di Piedigrotta.

Entre la iglesia y la estación de Mergellina está ubicada la entrada del Parque de Virgilio, uno de los lugares más concurridos por los viajeros del Grand Tour. El parque alberga a la así llamada tumba de Virgilio, un sepulcro del siglo I d.C. identificado por la tradición con la sepultura del poeta. En 1939 se transfirió aquí también la tumba del poeta Giacomo Leopardi, muerto en Nápoles en 1837 Si dejamos atrás la costa, en dirección del barrio de Fuorigrotta, llegamos al piazzale Tecchio donde se encuentra la Mostra d’Oltremare, un vastísimo parque de exposiciones de gran valor histórico, arquitectónico y ambiental. El area con una superficie de casi 700.000 metros cuadrados, alberga edificios, jardines, fuentes, una grande arena al aire libre y un

Desde Mergellina la panorámica via Posillipo sube hacia la colina, la antigua Pausilypon (en griego “que mitiga el dolor”). Sobre el mar se ven el gigantesco Palacio Donn’Anna y las numerosas villas sumergidas en el verde.

Palazzo Donna'Anna en Nápoles

En la punta del promontorio de Coroglio se encuentra la Villa del Pausilypon, los restos de la lujosa morada perteneciente a Publio Vedio Pollione, uno de los sostenedores de Octaviano Augusto. A su muerte, la villa pasó al emperador.
La grandiosa villa está compuesta por varios edificios construidos entre el siglo I a.C. y el IV d.C. y se extendía a lo largo de un área de unas nueve hectáreas. En el centro estaba la parte residencial del complejo, alrededor del cual se encontraban estructuras monumentales como el grandioso teatro, el odeion y las termas.
Además de un propio puerto turístico ubicado en la Cala dei Lampi, el complejo contaba con sus propias vías de conexión como la galería conocida con el nombre de Gruta de Seiano que cruzaba toda la costa rocosa de Coroglio y desde donde, hoy, se accede al complejo.


El panorama más espectacular de Posillipo se goza desde la cumbre de la colina del Parque Virgiliano. Entre árbolés, jardines y estructuras deportivas, la mirada se pierde en el golfo de Nápoles y en los Campos Flégreos, en el tramo de mar donde emerge la isla de Nisida.
Esta vista excepcional influenció a una generación de pintores del 1800, conocidos como “Escuela de Posillipo”. Sus cuadros de este escenario encantado ayudaron a difundir el mito de las bellezas de Nápoles.

Vista de Nápoles y el Vesubio desde Posillipo

Desde los acantilados en desplomo de Coroglio y cala Trentaremi, en el extremo occidental de Posillipo, la vista mira la cercana Bagnoli, objeto de un amplio plan de recuperación tendiente al saneamiento ambiental de la marina, de la playa y de la ex área del Italsider, la industria siderúrgica en desuso desde hace años. Parte de las estructuras se han convertido en la Città della Scienza, interesante ejemplo de recuperación de arqueología industrial. Museo interactivo dedicado a los fenómenos científicos, a la historia de los descubrimientos, polo científico y tecnológico de vanguardia, es el primer Science Center italiano.
La visita, entre el gran planetario y los instrumentos científicos que es “obligatorio” tocar, apasionará especialmente a los niños.