RECORRIDOS POR NÁPOLES I

Nápoles

El casco antiguo: desde Spaccanapoli a piazza Mercato.

El “ombligo” de Nápoles es el centro histórico grecorromano: una planta de cuadrícula dividida por tres arterias viales, los “decumanos”, cortados en ángulo recto por calles llamadas “cardini”.
Es aquí donde late el corazón de la ciudad: las callejuelas, los talleres de los artesanos, las innumerables maravillas artísticas que aparecen inesperadamente en las esquinas, las voces de los napolitanos.
Aquí encontramos también el centro “cultural” de Nápoles, con la Universidad en via Mezzocannone, los cafés literarios de la piazza Bellini, las librerías de Port’Alba, el Istituto Italiano per gli Studi Storici en via Benedetto Croce.

Piazza del Gesú Nuovo de Nápoles

Piazza del Gesú Nuovo es la puerta de entrada al corazón del casco antiguo. La guglia dell’Immacolata (la aguja de la Inmaculada) del 1747 y la iglesia del Gesù Nuovo, que conserva en la fachada el aparejo almohadillado del siglo XV del Palacio Sanseverino (antes de ser una iglesia, el edificio perteneció a la familia Sanseverino, que había construido aquí su “palacio real”), nos introducen en la religiosidad barroca de la ciudad. La iglesia en su interior tiene un balaustro de mármoles, estucos y frescos y obras de Francesco Solimena, Luca Giordano y Massimo Stanzione.

A pocos pasos se encuentra la austera iglesia de Santa Chiara, que la hizo construir Roberto de Anjou en 1310 en estilo gótico provenzal que quedó difuminado al añadírsele una elaborada ornamentación barroca a mediados del 1700.
Dañada por los bombardeos del 1943, fue posteriormente restaurada manteniendo su estilo original de austeridad.
En la iglesia se conservan los monumentos funerarios (siglo XIV) de la familia real angevina, obra de escultores de la escuela toscana.

Vale la pena visitar el célebre Claustro de las Clarisas, diseñado por Domenico Antonio Vaccaro.

Claustro de las clarisas en Nápoles

Aquí Nápoles se vuelve improvisamente silenciosa y perfumada de glicinas y narcisos; amarillo, verde y azul son los colores de las extraordinarias mayólicas que recubren las columnas octagonales y los asientos sobre los cuales los “riggiolari” (decoradores de cerámicas) napolitanos Donato y Giuseppe Massa han pintado escenas agrestes y mitológicas.

En vía Benedetto Croce se encuentra el Palacio Filomarino della Rocca del siglo XIV donde vivió Benedetto Croce que fue el fundador del Istituto Italiano per gli Studi Storici que hasta el día de hoy sigue siendo un ferviente centro de estudio con su riquísima biblioteca.

Piazza San Domenico es uno de las proyectos urbanísticos más notables de la edad aragonesa donde coexisten eficazmente distintos estilos arquitectónicos: la iglesia (siglo XIII), iglesia “oficial” de la dinastía aragonesa de la cual se conservan los sarcófagos; la guglia de San Domenico (siglo XVII) y las bellísimas fachadas del Palacio Corigliano (siglo XVIII) donde hoy se encuentra la sede del Instituto Universitario Orientale y el Palacio Sansevero.

En piazzetta Nilo se yergue la estatua helenística del Nilo, encontrada en el Medioevo y sobrenominada afectuosamente por los napolitanos como Cuerpo de Nápoles. Aquí surge la iglesia de Sant’Angelo a Nilo.
Construida en 1385 y modificada en el 1700, conserva en su interior el bellísimo sepulcro renacentista del Cardenal Rinaldo Brancaccio, obra de Donatello, Michelozzo y Pagno di Lapo realizada en Pisa en los años 1426-28 y enviada a Nápoles por mar, además de otras obras de arte del 1400 y del 1500. Paseando por la vía San Biagio dei Librai (conocida como Spaccanapoli) se puede curiosear en los numerosos negocios de antigüedades, decoraciones sagradas y joyerías.

Cristo velado de Giuseppe Sanmartino en Nápoles

En el número 114 nos topamos con una obra maestra del tardo-manierismo del siglo XVII, la Capilla del Monte di Pietà que se encuentra dentro del monumental Palacio Carafa. El interior de la iglesia fue pintado al fresco por Belisario Corenzio con la participación de Luigi Rodriguez y Battistello Caracciolo.

Casi escondida en una callejuela lateral de vico San Domenico encontramos la pequeña pero extraordinaria Capilla Sansevero que merece ser visitada por su espectacular complejo barroco.
En un triunfo de singulares obras de arte está conservada la escultura del Cristo Velado, obra de Giuseppe Sanmartino. El efecto, el tratamiento virtuosístico del mármol y los juegos de luces la convierten en una verdadera obra de arte. Y después, ¿Como no interesarse por los inventos y las máquinas anatómicas expuestas, que han engendrado leyendas (fantasiosas) que pintan al príncipe de Sansevero como un hechicero o un demonio?

Vía San Gregorio Armeno, con su escenario bullicioso, es el corazón de la Nápoles artesanal, caracterizada por el campanario colgante de la iglesia homónima.
En los meses previos a Navidad, San Gregorio Armeno se convierte en la calle más vivaz de todo el centro histórico y se llena de tenderetes que venden estatuitas y decoraciones para el pesebre. Junto a las tradicionales imágenes del Niño Jesús, de la Virgen María y de San José, los artesanos compiten por exponer estatuillas de personajes de la actualidad.
En el convento de San Gregorio Armeno, anexo a la iglesia, caracterizada por su suntuosa nave barroca y por su extraordinario techo de madera, merece una visita el claustro inmerso entre jardines, huertos y una plantación de cítricos.

Vía San Gregorio Armeno de Nápoles

Al final de la vía de los pesebres nos encontramos en el corazón de la ciudad grecorromana, en la zona que fue ágora y foro, donde se observan claramente los restos de la estratificación.
El centro de esta estructura fue la actual piazza San Gaetano, donde se encuentran la iglesia de San Paolo Maggiore, construida entre los siglos VIII y X y la iglesia de San Lorenzo Maggiore, que presenta en el claustro excavaciones grecorromanas (una curiosidad: aquí el poeta Giovanni Boccaccio encontró a su Fiammetta, dama napolitana de la que se enamoró apasionadamente, el Sábado Santo del 1336).

El viaje en las entrañas de la Nápoles subterránea es una experiencia fascinante llena de secretos, historias y leyendas de la ciudad. Se desconocen las dimensiones reales de la Nápoles oscura pero los espeológos han censado en los últimos años alrededor de 700 cuevas que se extienden a lo largo de un espacio que abarca un millón de metros cúbicos.

Para iniciar un viaje atrás en el tiempo se puede iniciar desde la piazza San Gaetano, en el corazón del casco antiguo, un recorrido de dos horas a través de galerías y cisternas. Interesante el teatro grecorromano que se puede visitar a través de la pintoresca entrada desde un “bajo” en vico Cinquesanti.

Desde el claustro de la iglesia de San Lorenzo Maggiore recorriendo unos pocos pasos se retrocede 2600 años atrás en la historia entre las piedras de las murallas griegas.

Por último, en los Quartieri Spagnoli (Barrios españoles) se desciende por una escalera a 40 metros de profundidad hasta llegar a las cisternas de los antiguos acueductos que se convirtieron en refugios durante los bombardeos de la II Guerra Mundial.

Barrios españoles de Nápoles

En via Tribunali, a la izquierda se encuentra la pequeña iglesia de Santa Maria del Purgatorio ad Arco que se destaca por su profusa decoración barroca. Las esculturas de bronce de calaveras y tibias delante a la iglesia simbolizan la devoción del pueblo napolitano por las “almas en pena” llamadas “pezzentelle” porque murieron en la más mísera soledad.
Un poco más adelante se encuentra la iglesia y el ex convento celestino de San Pietro a Majella, que desde el 1826 es la sede de uno de los más ilustres conservatorios de música de Italia. Bellísimas las telas de Mattia Preti, que se tienen como ejemplos cumbres de la pintura italiana del siglo XVII. La piazza Bellini es uno de los rincones más animados de Nápoles principalmente de noche, por la gran cantidad de cafés literarios.
En la dirección opuesta, al final de via Tribunali, surge la iglesia dei Girolamini, desde la cual se accede a la homónima Quadreria (galería de cuadros) que encierra varias obras de los siglos XVI-XVIII.


Via dei Tribunali cruza via Duomo, que toma su nombre de la Catedral (el Duomo), de estilo gótico finalizada por Roberto De Anjou en 1313.
La fachada original, que se derrumbó junto con el campanario durante el terremoto del 1349, fue modificada varias veces. Su interior, de cruz latina y tres naves, está ricamente decorado. La nave central refleja las intervenciones del siglo XVII de tipo barroco. La nave izquierda conduce a la antigua basílica paleocristiana de Santa Restituta fundada en el siglo IV por el emperador Constantino, que hoy presenta una escenográfica reforma barroca, realizada luego del terremoto de 1688.
A la basílica paleocristiana, la Stefania, (siglo VI) se cree que pertenezcan los amplios fragmentos de pavimento musivario

Se pueden visitar los restos arqueológicos de la edad griega y romana que están debajo de la iglesia de Santa Restituta. A la derecha del ábside se encuentra la entrada al Baptisterio de San Giovanni in Fonte, erigido entre los siglos IV y V y, por lo tanto, el edificio de este tipo más antiguo de todo el occidente cristiano. En la planta cuadrada se encuentra una cúpula decorada de mosaicos.

Battistero di San Giovanni in Fonte en Nápoles

Además de las capillas medievales donde abundan frescos y decoraciones, merece la pena visitar la Capilla del Tesoro de San Gennaro, construida entre 1609 y 1637.
En la suntuosa decoración pictórica participaron los artistas más renombrados de la época (Fanzago, Domenichino, Ribera, Lanfranco). La fastuosidad de la capilla está evidenciada por los preciosos decorados y por los enormes relicarios con bustos de plata. Es aquí donde se expone durante dos semanas el relicario con la sangre de San Gennaro en ocasión del milagro de la licuefacción de la sangre.
En el número 288 de vía Duomo está el Museo Cívico Filangieri, príncipe de Satriano. La colección del museo está compuesta por una vasta serie de objetos de arte como armas, porcelanas, pinturas, ropas, libros y muebles.

Pasando la Catedral, en una bocacalle a la derecha se encuentra el Palacio Donnaregina, sede del MADRE (Museo di Arte Contemporanea Donnaregina). Este gran museo de envergadura internacional fue concebido por el célebre arquitecto portugués Alvaro Siza. La colección estable está constituida por obras de muchos artistas que han colaborado en el pasado con la ciudad.
En efecto, el museo alberga las creaciones que estuvieron en Piazza Plebiscito y en el Museo arqueológico en los años pasados, y además obras imaginadas, proyectadas, pintadas y construidas específicamente para este museo como los importantes trabajos de Long, Bianchi, Clemente, Horn, Kapoor, Kounellis, Paolini, Sol Lewitt, Serra y tantos otros. Atravesando via Duomo, a la derecha de via dei Tribunali se encuentra el complejo del Pio Monte della Misericordia, fundado en 1601 y una de las instituciones benéficas más antiguas de la ciudad.
La Iglesia Octogonal aloja, en su altar mayor, el extraordinario retablo con Las obras de la misericordia, obra maestra de Caravaggio.

Porta Capuana de Nápoles

También vale la pena visitar la Quadreria, que se construyó a lo largo de los años gracias a las donaciones. Entre los mayores artífices de esta colección, encontramos al pintor Francesco De Mura, que en 1782, dejó el legado de 192 pinturas (hoy se conservan 42).

Al final de via dei Tribunali, nos encontramos de frente a Castel Capuano, el castillo más antiguo de los cuatro que ostenta Nápoles. Realizado en época normanda, se convirtió posteriormente en el tribunal de justicia, función que sigue desempeñando en la actualidad.
Al lado se encuentra una de las puertas de Nápoles, Porta Capuana; erigida en 1484 era la entrada oriental más importante de la ciudad.
Aquí y en la cercana Porta Nolana, en los alrededores de la Estación ferroviaria de piazza Garibaldi, encontramos dos de los mercados más pintorescos de la ciudad especializados en la venta de pescado, fruta y verdura.

No muy lejos de aquí se encuentra la iglesia de San Giovanni a Carbonara construida entre el 1343 y 1418. Son interesantes de ver las elegantes capillas Caracciolo del Sole (1427) y Caracciolo di Vico (1516) y el grandioso monumento fúnebre di Ladislao de Durazzo (1428), rey de Nápoles.

Alquiler de coches en Italia

La última etapa es piazza Mercato, uno de los lugares cruciales de la historia napolitana. Fue en este lugar que en 1268 fue decapitado Corradino de Suevia, y en el 1647 Masaniello reunió al pueblo durante el motín contra los españoles que él mismo capitaneó.
La piazza está dominada por una de las más populares y veneradas iglesias de Nápoles, la basílica de Santa Maria del Carmine, dedicada a Santa Maria la Bruna. En su honor, todos los años en el mes de julio tiene lugar una fiesta con espectáculos pirotécnicos que se concluyen con la quema del campanario más alto de la ciudad (75 metros).
En via Nuova Marina, por último, aparece el puerto, iniciado por Carlos II con la fundación del Molo Angioino (Muelle Angevino) y ampliado a lo largo de los siglos hasta la primera mitad del 1900 cuando adquirió las dimensiones actuales.