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Dónde nació el nombre de Italia
Viajar en coche: Perugia
Perugia. Importante ciudad etrusca que surge sobre la cima dominadora del valle del Tíber, municipio romano; Medioevo, Renacimiento, le han dado el severo y noble aspecto que nosotros vemos. Centro artístico de la ciudad es la plaza IV di Novembre, en cuyo centro se alza la Fontana Maggiore (Fuente Mayor, 1275) decorada por Nicolas y Juan Pisano. A ambos lados surgen, el fuerte edificio de la Catedral (gótica, interior con esculturas griegas y pinturas; Virgen, de Luca Signorelli en el Museo de la obra) y el poderoso Palacio de Priori (siglo XIII) ampliado en los dos siglos sucesivos y sobre cuya severa fachada sobresalen las broncineas estatuas del Grifo y del Leon, símbolos de la ciudad. La hermosa Puerta principal del palacio se abre sobre el cercano Corso Vannucci; se sube al segundo piso del Palacio para visitar la Galeria Nacional Umbra, magnifica Pinacoteca con 25 salas y obras de primitivos umbros; Duccio Buoninsegna, Gentile de Fabriano, Beato Angelico, Piero de la Francesca, Benozzo Gozzoli, Pinturicchio, Perusino, asi como notables esculturas del Medioevo y del Renacimiento.
En el mismo Corso Vannucci el Colegio del Cambio, sede de los antiguos cambiamonedas, cuya fastuosa Sala de la Audiencia encierra estupendos frescos del Perusino enmarcados en preciosas tallas de madera. Al salir de aquí y dar la vuelta al palacio se va a calle de Priori en donde, tras el palacio del mismo nombre, en rústico ambiente medieval, encontramos San Felipe Neri, con fachada barroca, y aqui empezamos la bajada a través de una tupida red de callecitas antiquísimas, lugar altamente atractivo, con la esbelta Torre de Los Sciri (siglo XII), la Puerta de la Mandorla (Almendra), época etrusca, y la purísima fachada renacimental de la Virgen de la Luz (1518), desde donde se llega a la abierta plaza de San Francisco, en la que vemos, una junto a otra, la dulce fachada del Oratorio de San Bernardino, con delicados bajorelieves de Agustín de Duccio (1641) y la iglesia gótica de San Francisco (1230).
Aconsejamos el regreso por la calle Priori para tomar, por detrás del Palacio, la antiquísima calle Gabbia, a fin de descender por el impresionante recodo llamado Maesta delle Volte, uno de los mas solemnes lugares medievales de Italia. Desde plaza Morlacchi, por calle Cesare Battisti, se llega al llamado Arco de Augusto, soberbia puerta estrusca, con Logia del 1500 sobre el bastión de la izquierda. En plaza Fortebraccio, el palacio Gallenga (siglo XVIII), hoy Universidad para extranjeros. Por Corso Garibaldi se va a la iglesia de Santo Angelo (siglos V-VI) la más antigua de Perugia, elegante dentro de su gran sencillez. Volvamos atrás por corso Garibaldi para ver San Agustín, bonita iglesia gótica, (interior con espléndido coro ligneo de B. D'Agnolo, 1502, y estupenda tabla de Guergino). De nuevo en plaza Fortebraccio, subimos por calle Pinturicchio, a San Severo, antiquísima capilla con un fresco de Rafael, la única obra del artista que existe en Perugia. Aquí, junto a la llamada Puerta del Sol, (quizá el nombre proviene de un antiguo templo dedicado al Sol), se va a la solitaria plaza Michelotti, el punto más alto de la ciudad, con magnífico panorama sobre la llanura y los montes de Asís.
Por calle de la Viola y la de Alessi, se llega a plaza Matteotti en donde, tras la iglesia de Jesus (1572), surge el Palacio del Capitán del Pueblo, arquitectura lombarda (1481) y el largo Palacio de la Universidad vieja (1483). Se supera la fachada de Sania Maria del Pueblo y, torciendo a la derecha, hacia el animado Corso Vannucci, termina nuestra excursión mañanera almorzando en uno de los restaurantes del centro.
De Corso Vannucci volvemos a plaza Matteotti; por calle Oberdan descendemos entre estupendos palacios para llegar a San Herculano, altísima iglesia gótica octogonal, desde donde se llega a la etrusca Puerta Marzia, por la que entramos en la subterranea calle Bagliona, donde un tiempo surgieron las antiguas casas de los nobles Baglioni, señores de Perugia.
Vayamos ahora a Corso Cavour para llegar a Santo Domingo, iglesia gótica con hermoso interior iluminado por un mágnifico Ventanal (bello monumento gótico del papa Benedetto XI, cuyo coro ligneo, contiene esculturas de Agustín de Duccio). Junto a la iglesia se abre, en el antiguo convento, el Museo Arqueologico y Prehistórico, rico en objetos, bronces y esculturas etruscas y romanas. Continuando por Corso Cavour, se pasa a la espléndida Puerta San Pedro (1475) de A. de Duccio, para llegar a la iglesia del mismo nombre (siglo X, luego transformada), campanario del cuatrocientos, notable y riquísimo interior, con bellísimas obras de arte entre las cuales una Piedad de Perusino y el coro ligneo (1526), quizá el mejor de Italia. Volvemos sobre nuestros pasos hasta el paseo de Roma para subir a Santa Juliana, iglesia románica con precioso claustro gótico (1300), y, de aquí, a la ciudad cuya visita, al menos en la parte esencial, hemos completado. Salimos al dia siguiente de Perugia por la calle de Roma y, a los 24 km encontramos Asís.