LA CIUDAD DE AREZZO TOSCANA

Arezzo

Los Etruscos en la tierra de Arezzo. La Magia de un pueblo

Recorrer un itinerario siguiendo la ruta de los Etruscos sigue atrayendo a muchos visitantes; un poco motivado por la magia que este pueblo evoca, un poco por la aureola de misterio que aún hoy día, no obstante, rodea a los numerosos hallazgos de esta gran civilización.

Cabezas Etruscas en Toscana

Este itinerario se extiende a lo largo de la carretera regional 71, la Umbro-Casentinese, que partiendo desde Cortona, pasa por Castiglion Fiorentino, Arezzo, y termina en Pieve a Socana, en el municipio de Castel Focognano. Dos son los valles del territorio Aretino que conservan considerables testimonios etruscos: la Valdichiana y el Casentino, ambos elegidos por los Etruscos como lugares de asentamiento por su localización geográfica; el primero territorio de paso hacia el sur, hacia Chiusi, el segundo hacia el norte, más allá de los Apeninos.

Pensando en los Etruscos, la figura simbólica que se asocia a ellos es la Quimera de Arezzo, descubierta en el año 1553 durante la reconstrucción de las murallas. El bronce, considerado una de las máximas expresiones del arte de fundición de la época etrusca, que data de principios del siglo IV a.C., fue el elegido para representar esta figura de animal fantástico con cuerpo y cabeza de león, con una cabeza de cabra sobre la espalda y una larga cola serpenteada. Desde la época de su descubrimiento este bronce abandonó la ciudad de Arezzo para ir a Florencia, donde todavía se encuentra hoy día, expuesto en el Museo Arqueológico Nacional.

Etruscos en Toscana

El nombre con el que se denominaba a la ciudad de los Etruscos, Cortona, "Curtun" se puede leer sobre una base de bronce conservada en el Museo de la Academia Etrusca desde el año 1700. La llegada desde la hondonada (m. 494) pone en evidencia la estructura urbanística, situada sobre la vertiente montañosa que divide la Valdichiana del valle del Tevere.

La ubicación y la importancia de la ciudad etrusca, atestiguada esta última por la amplitud de las murallas, están relacionadas con la estructura económico- productiva y con la ordenación vial de la Valdichiana, antiguamente ya bastante fértil, a través de la cual pasaban dos importantes ejes viales que comunican Arezzo con Perugia y la Valtiberina con la costa tirrenica. Cortona se encontraba justo donde estos se cruzaban.

En torno a la fundación de Cortona se han elaborado numerosos mitos, famosos ya desde el siglo V a.C., descritos por Erodoto y transmitidos con gran relieve aún en época romana, por Dionigi de Alicarnasso y por Virgilio.

Tour por la Toscana

La investigación arqueológica más reciente ha aclarado algunos fragmentos de la Cortona etrusca, hasta ahora bastante difusos.
Los monumentos antiguos aún supervivientes - los más famosos: el Primero y el Segundo Túmulo del Sodo, el Túmulo de Camucia, la Tanella di Pitagora (sepulcro), la Tanella Angori (sepulcro), la Tumba de Mezzavia - se encuentran todos ellos localizados en el Parque Arqueológico de Cortona, en gran parte ya remodelado y con posibilidad de ser visitado.

Próximamente se abrirá en el interior del Palacio Casali el Museo de la Academia Etrusca y de la Ciudad de Cortona que recogerá el Museo de la Academia Etrusca, fundado en el siglo XVIII y célebre por la lámpara de techo etrusca de bronce, y el nuevo, gran Museo de la Ciudad Etrusca y Romana de Cortona, tan anhelado por el Ayuntamiento de Cortona, en el cual encontrará un lugar la Tabula Cortonensis.

Situacion de Arezzo en Toscana

Castiglion Fiorentino, célebre ciudad medieval situada entre Cortona y Arezzo y documentada en varias fuentes como un lugar rodeado por el castillo que remonta al siglo X-XI con el nombre de Castellíone Aretino (siendo elocuente testimonio del mismo numerosas estructuras arquitectónicas como la poderosa muralla y la imponente estructura fortificada del Cassero), se caracteriza, a la luz de los recientes descubrimientos arqueológicos, como eminente centro etrusco de Valdichiana. La ciudad, surgida sobre una colina que se extiende, aislada, entre el valle del Clanis y el valle de Chio, se fue desarrollando durante siglos favorecida por su posición estratégica. El centro antiguo correspondiente a Castiglion Fiorentino, situado en la franja donde se cruzan los territorios de las ciudades de Arezzo y de Cortona, dominaba tanto los trayectos hacia el norte como los itinerarios de comunicación transversal hacia el valle del Nestore (Trestina-Fabbrecce) y de la alta Valtiberina.
Las investigaciones realizadas desde 1988 han determinado la identificación de un oppidum etrusco, que prosperó principalmente entre la edad arcaica y la edad helenística. Se supone actualmente que las próximas excavaciones, que interesarán a la investigación arqueológica de toda el área, darán ulteriores y asombrosos resultados en parte ya evidenciados en el recorrido arqueológico urbano que se propone a continuación:
Iglesia de S. Angelo al Cassero: la cripta
Plazuela del Cassero: la excavación del templo etrusco (mediados del siglo IV-II a.C.)
Murallas del Castillo: la puerta etrusca (siglo IV a.C.)
Casseretto: las casas medievales y etruscas (siglo III-II a.C.)
Palazzo Pretorio: Il Museo Civico Archeologico.

Euphronios en el Museo Arqueologico de Arezzo

La antigua Arezzo, situada en la parte noreste de la verdadera Etruria, localizada sobre las colinas que se orientan hacia el valle del Clanis, considerada por algunas fuentes como una de las llamadas doce Lucumonie, fue considerada por Strabone como la ciudad etrusca más interior.
Se presume que su núcleo urbano fue creado entre finales del siglo VI y principios del siglo V a.C. A dicha área urbana correspondía la amplia necrópolis de Poggio del Sole, formada al mismo tiempo en el siglo VI a.C. y habitada en los periodos siguientes hasta la edad romana.
La ciudad conserva sus testimonios en el Museo Archeologico "Gaio Cilnio Mecenate", situado en el interior del ex monasterio de S. Bernardo, construido a su vez sobre los restos del Anfiteatro Romano (primera mitad del siglo II d.C.). Entre los objetos más importantes se pueden destacar: la crátera ática con figuras rojas de Euphronios (500 a.C.) y el ánfora del pintor de Meidias, orfebrerías provenientes en particular de la necrópolis de Poggio del Sole, una lámina decorativa policromada del frontón de un templo descubierto en la ciudad, en la plaza S. Jacopo.
En la parte inferior de la anteiglesia de la basílica de S. Francesco han sido hallados indicios de estructuras relativas a una realidad pluriestratográfica a partir del siglo VI a.C. En la Piazzetta S. Niccoló recientes excavaciones han sacado a la luz restos de las murallas etruscas que rodeaban la ciudad además de la identificación de un lugar de culto frecuentado a partir del siglo IV a.C. Un poco más allá, entre las dos colinas de S. Pietro y de S. Donato, donde hoy se encuentran el Duomo y la Fortaleza Medicea, se alza la ciudad etrusca. Aún hoy día se contemplan a lo largo del Viale B. Buozzi restos de una estructura del templo que pueden datar de alrededor del siglo II a.C. A pocos kilómetros de la ciudad, en S. Cornelio-Castelsecco se encuentra un teatro-templo que fue frecuentado principalmente en el siglo II a.C. pero con orígenes todavía más antiguos. El descubrimiento de terracotas que representan niños con pañales, hoy día expuestos en el Museo Arqueológico, hacen pensar que el lugar fue sede también de culto dedicado a alguna divinidad protectora de la maternidad.

Templo Etrusco

Socana, en el municipio de Castel Focognano, cuenta con 2600 años de historia. Aquí convivieron tres civilizaciones: la etrusca, la romana y la cristiana.
En el curso de los trabajos de restauración realizados durante los años 1966-1972 salieron a la luz el templo etrusco, con una longitud de 40 metros y una amplitud de 18,40 metros, los doce peldaños del templo, y delante del tempo el ara etrusca.
El templo se encuentra orientado hacia el este y estaba dedicado a Tinia y Menerva. El altar está construido sobre una planta rectangular y mide 4,99 metros de longitud x 3,75. En el centro presenta una cavidad redonda que está construida en tres pisos con piedras unidas entre si por grapas de plomo. En el altar se sacrificaban cabritos, corderos y jabalíes: animales de los que se han encontrado huesos y dientes.
En la excavación también han salido a la luz veinte antefijas, algunas con preciosas policromías que resalen al siglo V-IV a.C., otras con la cabeza de Minerva, atribuidas al siglo II a.C.
Al lado del templo han sido recuperadas tres ruedas circulares de piedra fétida: la pequeña con la inscripción ARUT CREINE, las dos grandes con numerosas inscripciones etruscas.
Delante del altar se encuentran algunas habitaciones de época romana y una torre cilíndrica que data del siglo I a.C.: fue construida como torre de señalación, pudiendo encontrar otras cinco en dirección a Arezzo. De día se utilizaban los espejos para señalizar, de noche el fuego (antorchas luminosas). Encima del templo etrusco los cristianos han construido tres iglesias: siglo V, VII y X después de Cristo. El lugar es un claro testimonio de religiosidad etrusca, estrechamente vinculada a otros lugares de culto del valle, como son el Monte Falterona y el alto Casentino, con su increíble colección de ofrendas.

Alojamientos recomendados en Arezzo.


Hotel


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Cerca del recinto ferial

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