Entre Románico y Renacimiento
Viajar en coche: Siena

Ruta entre Románico y Renacimiento en Italia

SIENA, aún viene en segundo lugar después de Florencia en belleza entre las ciudades toscanas. Surge sobre tres dulces colinas; es fantástica v mítica y se habla, en la ciudad, la lengua más pura de Italia. Fué primero etrusca, luego romana, en fin, Comuna medieval de atormentada vida entre feroces guerras, pestes e invasiones. Terminó siendo dominada por los Médici.

Lo primero que vemos es la Plaza del Campo, en forma de concha y a la que van a desembocar once calles. En el centro de la ciudad dominado, a través de los siglos, por el más bello edificio gótico de la Toscana: el Palacio Público (1309) en piedra y ladrillos; con la esbelta Torre del Mangia (1348). Aquí, la escultura, la arquitectura y la pintura, se contienden el interés del visitante, pero el Palacio Público encierra dos maravillosas obras maestras de la pintura italiana de las que hablaremos en otro lugar. (Ver las diez capitales de la pintura italiana); la Maesta (Majestad), 1315, v el fantástico retrato de Guidoricio de Fogliano, 1328, de Simón Martini, así como el más amplio ciclo pictórico realizado en el Medioevo sobre un asunto profano: el Buongoverno, de Ambrosio Lorenzetti (1339).

Como de costumbre dedicaremos la primera tarde de nuestra estancia en Siena a una visita de la ciudad en su parte arquitectónica, por entre sus características calles medievales, reservando la jornada sucesiva a los maravillosos museos, el primero de los cuales será la Pinacoteca en el Palacio Bonsignori que alcanzaremos desde la Plaza recorriendo la animada y estupenda calle de Citá, y luego la de San Pietro.

Desde la rica pinacoteca podremos llegarnos a Santa Maria del Carmen, (siglo XIV), con importantes obras de arte y, desde aquí, por la calle Stalloreggi, al inmenso conjunto monumental constituido por la Catedral y el Batisterio. La Catedral aparece semejante en la estructura a aquella de Orvieto, y es una de las más notables construcciones góticas de Italia. El núcleo principal de la actual iglesia fué edificado entre el 1196 y el 1215, mientras una ampliación fantástica que había sido proyectada, se interrumpió a causa de la peste de 1348 que postró la ciudad entera. De este grandioso sueño arquitectónico queda la poderosa muralla incompleta. No sabremos qué elegir entre las maravillas de la catedral de Siena: el Pulpito, obra de Nicolás Pisano; el pavimento, con incrustaciones de mármol, o el monumental Altar Piccolomini, o bien los frescos de Pinturicchio en la Libreria Piccolomini. Es una aventura entre los siglos y escuelas del arte italiana. Otro importante museo, el de la Obra del Duomo, se abre junto a la misma catedral con importante colección de estatuas de G. Pisano y la maravillosa Majestad de Duccio de Buoninsegna (1311).

Circuito pasando por Toscana, con salidas regulares

De la catedral, por la pintoresca calle Galluzza, pasando ante la delicada Casa de Santa Catalina, transformada en Santuario del siglo XV, vamos a la imponente Basilica gótica del Santo Domingo, con campanario almenado (interior con bellos frescos, retrato de Santa Catalina, obra de A. Vanni); superando la calle de las Terme, nos dirigimos al palacio Salimbeni, con bellas tríforas góticas y, por calle de Rossi, a la grandiosa iglesia de San Francisco (1326-1475), con importantes frescos de Lorenzetti; pasando ante el Oratorio de San Bernardino, del '400, volvemos a calle Rossi para admirar en la de Banchi di Sopra, palacio Tolomei, (siglo XII), la más bella morada particular de la Toscana medieval.

Proseguimos hacia la plaza del Campo para ver la elegante Logia de la Mercancía y, entrando en calle Banchi di Sotto, el Palacio Piccolomini, luego, la esbelta Logia del Papa ('400), junto a la iglesia de San Martín. Seguimos por calle de San Martín hasta llegar a otra iglesia notable: Santa Maria dei Servi, en romántica posición aislada, entre cipreses, con preciosas e innumerables obras de la pintura senes. Nos hemos hecho la ilusión de haber descubierto toda Siena; el viajero que no vaya tan deprisa podrá descubrir otras bellezas, visitar el Archivo de Estado el Museo Arqueológico v Etrusco dar una vuelta por las Puertas, llegarse hasta el convento del Osservanza o al Castillo de Belcaro, pero tenemos que continuar nuestro viaie después de la segunda noche pasada en Siena, para dedicar la última jornada a dos ciudades notables: Volterra y San Gimignano.

Siguiendo la Cassia, se llega a Colle Val d'Elsa, ciudad medieval que trepa por entre dos colinas, con bellas iglesias del doscientos (San Agustin, San Pedro), Palacio Episcopal y potentes fortificaciones.