Felino, Emilia Romaña

Felino
En provincia de Parma

Viajar a Felino: El municipio de Felino cuenta con una envidiable posición pre-montañosa y se encuentra al pie de un antiguo castillo. Con sus cuatro soberbias torres del siglo XIV y el foso que lo rodea, sugestivo testimonio de un largo período de luchas feudales, el Castello di Felino domina el valle entre los arroyos de Parma y Baganza, en esa porción de tierra emiliana que se ha hecho famosa en todas partes del mundo por su excelencia culinaria. La fortaleza Felino es una de las "joyas" de la Asociación de Castillos del Ducado de Parma y Piacenza y alberga el Museo Salami, que forma parte del circuito de Museos de Alimentos. En Felino también hay muchas iglesias de importancia arquitectónica y villas, ubicadas en casi todo el territorio, tanto en la capital como en los caseríos.

Consultando el Diccionario de Municipios y Fracciones de Italia, es posible comprobar que no existe otro centro habitado llamado Felino en todo el territorio de la República. Las opiniones son diferentes y discordantes sobre las derivaciones de este nombre.
De hecho, algunos creen que no está fuera de lugar suponer una derivación de "figulinus", o "figlinus", o "figlinus exercère", acercándose a la consideración de la existencia en este territorio de un trabajo y cocción de algunas tierras arcillosas para la fabricación de ladrillos. Otros creen que Felino deriva de "Filinum", o del nombre de quienes aquí obtuvieron en cesión a su parte del campo en el reparto de las tierras emilianas explotadas por los romanos, entre 190 y 183 a. C. después de haberlos alejado de los ligures.

Sin embargo, los primeros asentamientos humanos organizados en la zona se remontan a una época anterior a la romana, de hecho las excavaciones realizadas en Monte Leoni (Barbiano) han sacado a la luz una casa antigua, que sin duda es la primera casa datada en la terramare de la provincia de Parma. La villa rustica, en cambio, es de época romana, descubierta por casualidad en el verano de 1981 durante unas obras para un fraccionamiento artesanal. La importancia de Felino en la época medieval queda atestiguada por la presencia del castillo homónimo.

La constitución del municipio de Felino como autónomo se remonta a 1806, en la época napoleónica y hasta 1814 Felino regresó al Departamento de Taro; además, hasta ese año los documentos del estado civil se redactaban en francés y sólo posteriormente se redactaban en italiano. Durante el gobierno de María Luigia y más tarde de los Borbones, la ciudad estuvo gobernada por el Consejo de Ancianos, presidido por el Podestà. El 28 de julio de 1859 los Notables del municipio y el propio Ayuntamiento decidieron declarar su sometimiento al rey de Saboya Vittorio Emanuele II. Las administraciones y las iniciativas privadas han contribuido, desde principios del siglo XX, a la transformación de la villa, dando paso a esa serie de intervenciones urbanísticas que dan a Felino y sus caseríos su rostro actual. Además, la gran tradición agrícola y la transformación y conservación de la zona ha favorecido su constitución como centro industrial de elaboración de carnes y embutidos.

Los pueblos limítrofes de Felino son: Calestano, Langhirano, Parma y Sala Baganza.

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