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Castillos y Catedrales de Puglia
Viajar en coche: Bari
Bari, en el aspecto que prevalece, es una gran ciudad moderna. Fundada en epoca prerromana, cuyo núcleo antiguo tiene, en el centro, un maravilloso grupo de iglesitas románicas que sobrevive con su atmósfera intacta, sus pequeñas subidas, las escaleras, las murallas, en un compacto y pequeño suburbio medieval recogido en una pequeña península que divide en dos el puerto con tres iglesias al centro: la Catedral, de arquitectura bizantina (1034-1062), reconstruída en estilo románico pullés en 1292, estropeada por un arquitecto barroco que desfiguró la fachada; sus encuadres mas bellos son uno de los lados y el ábside, sobre el que se eleva la noble cúpula; en el interior, liberado de fastidiosos estucos que lo desfiguraban, ha adquirido su original nobleza de formas; bellas telas venetas.
Continuando por las características callecitas del suburbio, se llega a San Nicolás, la primera y más importante iglesia que se alzó en Puglia después de la dominación normanda. Es un prototipo de las numerosas y bellas catedrales pullesas del mismo periodo. Empezada en 1087 fué consagrada en 1197; el románico pullés siente algun influjo bizantino. La fachada, grandiosa y simple, tiene un portal mediano de formas casi lombardas.
Interior con riquísimo cimborrio (siglo XII) del altar mayor; estupenda silla episcopal (siglo XI) del abad Elías, bellísima tabla (1476) de Bartolomeo Vivarini, capillas, monumentos sepulcrales.
Junto a San Nicolás, San Gregorio, románica, con hermosa fachada a tres portales. Desde aquí, descendemos hacia el Puerto y, a dos pasos, llegamos a Corso Trieste, que recorremos hasta el majestuoso Castillo erigido por Federico II en 1233.
No lejos de aquí, en el Palacio de la Provincia (Lungomar Nazario Sauro), la Pinacoteca Provincial, bella colección de telas, sobre todo vénetas; obras de G. Bellini, Vivarini, Tintoretto, Veronés, Bordone, algunos cuadros de escuela francesa y del seiscientos y setecientos meridional.
En la parte opuesta de la ciudad nueva, junto a la estación, el Museo Arqueologico (Plaza Humberto I).
Manteniendo siempre nuestra base en Bari, dedicaremos el duodécimo día de nuestro viaje a una singular excursión a lo largo de las máximo testimonio de civilización y arquitectura esparcidas por la costa y en el cercano interior.
De Bari, hacia el oeste, llegamos a los 14 km a Bitetto, y 3 km mas allá, a Palo del Colle, pueblecillos que contienen bellisimas iglesias. A 5 Km de Palo del Colle, Bitonto, con la mas armoniosa Catedral pullesa, intacta en sus formas; de la fachada a los lados, a la recoleta cripta, una de las más completas creaciones de la arquitetura italiana, De Bitonto, 13 km a Terlizzi, con el Oratorio del Rosario ('200); otros 4 km nos llevan a Ruvo di Puglia, con la espléndida Catedral de fachada alta y esbelta, con elegantísima bífora y rosetón.
Veintiseis kilómetros de recta por una carretera paralela al mar y llegamos a Andria, una de las más pobladas ciudades de la Puglia, con iglesias de San Francisco y Santo Domingo, ambas con bellísimos portales (en el interior de la segunda un busto de Franciso Laurana, 1442). De Andria llegamos a la costa, a Barletta.