Región de Le Marche (Las Marcas, en español)
Pueblos y ciudades de la provincia de:
Monte Urano
En provincia de Fermo
Ubicado entre las verdes y tranquilas colinas de las Marcas, a veinte minutos del mar Adriático y a pocos kilómetros de las mágicas montañas Sibillini, Monte Urano ofrece a sus visitantes una realidad de producción en constante expansión (a través de sus numerosos puntos de venta de calzado de fábrica), una típica y excelente gastronomía local, eventos culturales y artísticos para recordar, un clima sereno y agradable, con características vistas medievales típicas del interior de las Marcas.
Los municipios limítrofes de Monte Urano son: Fermo, Montegranaro, Sant'Elpidio a Mare y Torre San Patrizio.
La economía local que, hasta finales del siglo XIX, era casi exclusivamente agrícola, se transformó posteriormente en una fuerte especialización en el sector del calzado que la convierte en la actualidad en uno de los centros más activos e importantes para ser reconocido como un centro industrial especializado en calzado para niños y jóvenes.
Una tradición artesanal profundamente arraigada, una experiencia formidable combinada con la tecnología más avanzada y un notable esfuerzo empresarial, y las cualidades naturales italianas de buen gusto y creatividad, hacen de Monte Urano un prestigioso centro de calzado reconocido mundialmente con 400 empresas con una producción total de 150,000 pares de calzado por día. El nombre deriva del antiguo topónimo de Monteriano, atestiguado en los documentos farfensi del siglo XI y en los del obispo de Fermo del siglo XII: el territorio se indica entre las propiedades perdidas por la Abadía Imperial de Farfa y transferidas al obispo de Fermo que se las asignó al Monasterio de San Savino en el Colle Vìssiano.
Al igual que muchos otros municipios de la provincia de Fermo, Monte Urano está construido sobre una colina que domina la costa del mar Adriático, detrás de la cadena de las montañas Sibillini.
El castillo de forma triangular tiene solo dos entradas, una de las cuales es exclusivamente peatonal: la Porta dell'Orologio y la Porta del Sole. En el interior, seis calles estrechas y tres pequeñas plazas (Leopardi, Cortile, Marconi) han permanecido durante siglos mostrandole al visitante cómo era el territorio: el aire alegre de los días festivos, el viento y la recorriendo furiosamente los callejones durante las noches de invierno, la atmósfera serena de ciertas mañanas de verano, que el pintor Spagnolini pudo retratar con vivacidad en las pinturas dedicadas a su ciudad natal y en particular a los rincones que de niño había vivido intensamente.