Entre Roma y Nápoles
Viajar en coche: Roma (4)

Y puesto que ha llegado la hora del almuerzo, sugerimos uno de los restaurantes de los alrededores, o los próximos de la Appia Antigua.

Por la via de Trionfi, entre las pendientes del Palatino a la derecha, y del Clelio a la izquierda, sobre la que surgen las iglesias de S. Gregorio y S. Juan y Pablo, se deja a la derecha el Circo Máximo, dominado por las pendientes del Aventino y pasando cerca del Obelisco de Axum, transportado a Roma en 1937 después de la guerra de Abisinia, se toma el gran paseo arbolado sobre el que se asoman las Termas de Caracalla (217 d. C.) uno de los más imponentes conjuntos monumentales de la antigua Roma.

Se toma después la pintoresca y recogida calle de Puerta de San Sebastián (V. siglo) para continuar hasta el cruce, donde, junto a la iglesita del Quo Vadis, empieza la Appia Antigua.

Tour por la costa Amalfitana, con salidas diarias

Volvemos al empalme para continuar por la Via Appia, sugestivo lugar arqueológico con el fondo de los Montes Albanos. Continuamos entre sepulcros, acueductos, ruinas de las villas (casi 2 km para encontrar la entrada a las Catacumbas de San Calixto, la más vasta necrópoli cristiana subterránea) y, quinientos metros más adelante, la Basilica de San Sebastián, también con catacumbas en el centro de una sugestiva vegetación, en donde los grandiosos restos de la Roma pagana asumen un atractivo de estampa antigua: el trecho más fascinante de la Via Appia, empieza después de la Tumba, circular, de Cecilia Métela, que fué transformada, en el siglo XIII, en torreado castillo de los feudatarios Caetani.

Unos kilómetros hacia atrás por la Via Appia y volvemos a las Catacumbas de San Calixto, donde se toma a la izquierda, calle de las Sette Chiese se llega a San Pablo fuori le Mura, la mayor iglesia de Roma después de San Pedro, erigida en el '314 pero destruida por un incendio en 1823 y reconstruida en sus primitivas formas.

Se salvaron del incendio el estupendo Tabernáculo de Amoldo de Cambio (sig. XIII); los espléndidos mosaicos venecianos del ábside y el claustro románico con ecos de arte oriental.