Entre Roma y Nápoles
Viajar en coche: Nápoles (2)

Se deja San Martín por la parte opuesta y, descendiendo por calle Angelini, bonito paseo Miguel Ángel y calle Santa Rosa, se desciende al Museo Nacional, donde nos detendremos un buen rato entre estatuas, mosaicos, bronces, muebles y jarrones de aquello que se considera uno de los más importantes museos arqueológicos del mundo.

Nos hallamos ahora en el pintoresco barrio de Spaccanápoli y descendemos del Museo por calle E. Pessina hasta la semicircular plaza de Dante con el Foro Carolino (1757), de Vanvitelli.

Por la barroca Puerta de Alba se va a calle de San Pietro a Maiella, donde está la homónima iglesia gótica.

Más adelante, hacia la izquierda, en calle Tribunali, la Capilla Pontano (cuatrocientos) e inmediatamente la barroca Santa Maria Mayor. Desde aquí, se desciende a la pintoresca plaza en la que se proyecta el ábside gótico de Santo Domingo Mayor, una de las más importantes iglesias de Napóles (1289-1324), cuya fachada dá a un patio interno; en las 27 capillas se conservan insignes obras de Caravaggio, Lucas Giordano, una Anunciación de Ticiano, frescos del trescientos y el techo de la sacristía pintado por Solimena.

Por la plaza de Santo Domingo, dominada por la aguja barroca, con bellos palacios del renacimiento y barrocos, y calle B. Croce, se llega a Santa Clara, que en origen fué construida en estilo gótico provenzal, reconstruída barroca en el '700 y reformada recientemente al gótico original, considerada la más importante iglesia de la ciudad. Surgen estupentos monumentos sepulcrales del trescientos, de autores toscanos; el Coro de las Clarisas, que conserva un grandioso ciclo de frescos de '300, de Beli; el Claustro de los frailes menores es verdaderamente encantador, mientras el Claustro de mayólica de las monjas, fué creado como jardín rústico por A. Vaccaro.

Tour por la costa Amalfitana, con salidas diarias

Salimos de Santa Clara y encontramos, a la derecha, la plaza Oberdán o de Gesú, con aguja barroca, y la bella fachada de sillería saliente de la iglesia de Gesú (siglo XVI) con interior y frescos de Solimena, Giordano Stanzione.

Por la pintoresca Calata Trinita Maggiore, dejando a la izquierda, en la calle Monteoliveto el renacentista palacio Gravina, se llega a la iglesia de Monteoliveto o Santa Anna dei Lombardi (Santa Ana de los Lombardos), verdadero museo de escultura del Renacimiento, por la belleza e imponentes obras que allí se encuentran entre las que resalta la Piedad de Guido Mazzoni, el Presepe (Pesebre) de Rosellino y la Anunciación de B. de Maiano; hermosos frescos de la escuela de Piero de la Francesca; marquetería del quinientos y frescos de Vasari en la sacristía.

Volvamos ahora a calle de Monteoliveto para llegar a la iglesia de Santa MARIA la Nueva, rica en cuadros y escultura. Se desciende hacia la amplia calle Medina; a la izquierda, la iglesia de los santos José y Cristóbal; más adelante, a la derecha, San Jorge de los Genoveses (setecientos) y luego Santa MARIA Incoronada en la que aún se ve algunos restos de la primitiva gótica. Interior con frescos del '300 napolitano.

Frente a ésta, la iglesia de la Pietá dei Turchini (Piedad de los turquinos), con cuadro del '600 napolitano en su interior.

Por la calle Medina, entre bellas arquitecturas, se vuelve a Plaza Municipio.