Entre Florencia y Roma
Viajar en coche: Viterbo

La atmósfera medieval que en Tuscania habla de romántico y conmovedor abandono, hace aquí de fondo a la vida de una activa ciudad llena de bellas iglesias, monumentos v palacios.

Pero el más extraordinario de sus monumentos es un entero barrio del doscientos, intacto como hace ocho siglos, el más completo y atractivo ambiente medieval conque cuenta Italia: el barrio se extiende alrededor de la Centrada de San Pelegrino. Pasearemos por la tarde hasta la noche entre la atmósfera llena de sombras y misterio de estas casas macizas, con rudas escaleras internas, bíforas, balcones, logias, bóvedas, fondos severos y tétricos en las callecitas laterales.

Al día siguiente nos dirigiremos a la plaza de la Catedral, en uno de cuyos lados se alza el más importante palacio de la ciudad: el Papal (1257-1266), almenado, con la Logia perforada. En la Sala se desarrollaron famosos conclaves y de aquí salieron fulminantes excomuniones, como aquella que cayó en masa sobre todos los viterbenses que habían levantado tumultos contra la elección del Papa, debido a las intrigas de Cario de Anjou, del francés Martín IV. Pasamos ante el Palacio Farnese (primeros del '400) y se llega, por la calle Cardinal La Fontaine, a la espléndida Fuente Grande, (1200). Por calle Cavour. tras la pintoresca Casa Poscia (siglo XIV) se llega a plaza del Plebiscito con el romántico Palacio Comunal y el del Podestá. Se pueden visitar las iglesias de San Francisco con dos notables tumbas góticas de Papas; Santa Rosa, San Sixto, románica del siglo IX. Cerca de Puerta Romana, Santa María della Venta, (de la Verdad), ahora Museo que, con importantes objetos etruscos conserva pinturas al fresco de Lorenzo de Viterbo (1569) y la soberbia Piedad, de extraordinaria fuerza miguelangelesca, obra de Sebastán del Piombo (1515).

Agradable excursión a la iglesia renacimental de Santa María de la Qüercia y a Villa Lante de Bagnaia (5 km) comenzada en 1477 y terminada en 1578 por Vignola, con magnífico jardín barroco lleno de estatuas y juegos de agua.

Teniendo tiempo iremos hasta las ruinas de la antigua Ferentum (majestuosas ruinas del teatro Romano) que, rica y próspera en tiempos etruscos y romanos, no resurgió después que turbulentos viterbenses la destruyeron (siglo XII), porque los habitantes de Ferentum representaban a Cristo en la cruz con los ojos abiertos en lugar de cerrados.

Desde Viterbo continuamos nuestro viaje, por la amena carretera que, costeando el lago azul de Vico, supera la encastillada Ronciglione (21 km) y el austero bastión a pico sobre el que surge Sutri (30 km) con restos del anfiteatro etrusco, y la iglesia de la Virgen del Parto, excavada en la roca. Tras un largo recorrido llegamos, a los 64 km, a un pueblecillo llamado Isola Farnese, junto al cual se encuentran las ruinas de VEIO.