Recorrido: Calle Guicciardini - acera extenso Oeste (dx) Plaza Pitti Duración del recorrido: 40 minutos / Distancia a recorrer: 1200 metros
La antiquísima Iglesia de Santa Felicita, hoy la vemos como la renovó en el Setecientos el arquitecto Ferdinando Ruggero. La iglesia fue la parroquia de la familia Granducale cuando, primero los Medicis y luego la Lorena residieron en Edificio Pitti.
Gracias a la importancia de estas presencias, que asistian asiduamente a las funciones religiosas del "coretto" del pasillo vasariano, la iglesia fue dotada con notables obras de arte. Su rara fachada es precedida por un soportal a tres arcos sobre los que corre el paso colgante del antedicho pasillo.
En el porche y en el contiguo zaguán que conduce al claustro, se notan varias lápidas de tumbas, algunas procedentes del antiguo cementerio paleocristiano.
Continuando por vía de Guicciardini, se alcanza la escarpada Plaza Pitti que evoca la forma de un anfiteatro. Este característico y vasto espacio del siglo XVI, es dominado sobre su dulce cumbre, por el grandioso Edificio Pitti hecho construir en el 1440 por Luca Pitti que dio el encargo del planeamiento a Filippo Brunelleschi.
Hoy el grandioso edificio es importante sede expositiva de la ciudad en cuanto que hospeda museos de fama mundial como la Galería Palaciega, la Galería de Arte Moderno, el Museo de las platas y las porcelanas además del Museo de las Carrozas. Se pueden visitar además los Pisos reales y el escenográfico Jardín de Boboli que se extiende sobre una vasta área verde.
Definido "un palacio real al aire libre", el Jardín de Boboli es considerado universalmente el típico ejemplo de jardín a la italiana. Rico en plantas de varios género, adornadas por fuentes y grutas, escalinatas y prados, fue ideado y realizado por Niccolò Peligros el Aflijo, luego continuado por el Ammannati, del Buontalenti y, por fin, de Alfonso Parígi.
Itinerario 5: Del Ponte Vecchio a la Calle Tornabuoni
Recorrido: Burgo San Jacopoi Puente Santa Trinidad Calle Tornabuoni Duración del recorrido: 35 minutos / Distancia a recorrer: 1100 metros
Se vuelve atrás ahora por vía de Guicciardini hasta llegar a la altura del Puente Viejo dónde se encuentra, a mano izquierda, el burgo San Jacopo: aquí, está el Manantial del Bacchino, estatua bronceada en un nicho a hilo muro, sobre una tina de mármol bardiglio, sobre un zueco saliente de tres peldaños.
El experimentado burgo, rico en tiendas de cada tipo, toma el nombre de la antigua iglesia de San Jacopo Soprarno del siglo XII, ya parroquia de uno de los tres primitivos burgos existentes en la presente zona de Oltrarno: burgo Pitiglioso, la actual vía de Enjaeza, burgo de Plaza, hoy vía de Guicciardini y el inalterado burgo San Jacopo.
Precedida por tres torres, sobre el lado derecho en la mitad de esta calle, se encuentra la iglesia que exhibe un breve soportal de tres arcos sobre columnas con preciosos capiteles. El campanario es obra de Gherardo Silvanos.
Ahora girando a la derecha se llega a la pequeña plaza de Frescobaldi para dirigirse luego sobre el puente de Santa Trinidad.
Puente Santa Trinidad
Fue el cuarto puente en unir las dos orillas del Arno ciudadano. Construido de madera en el 1252 por el noble mercante Lamberto Frescobaldi, que residió en la plaza de Santa Trinidad durante siete años. Se convirtió en una optima terraza para asistir a las fiestas que se desarrollaron frecuentemente sobre el río, terraza tan masivamente utilizada que, en el 1259, durante una representación, por el enorme peso de los espectadores se derrumbó trágicamente. Reconstruído de piedra a nueve arcadas, fue destruído en el 1333 por una riada. En el 1346 sobre proyecto de Taddeo Gaddi fue construído de nuevo sobre seis arcos, pero también esta vez se derrumbó a causa de otro "gran diluvio" en el septiembre de 1557. Bartolommeo Ammannati, con preciosas sugerencias de Miguel Ángel, lo reconstruyó entre el 1567 y el 1570, sobre tres arcadas de ágil y amplia combadura con finas decoraciones marmóreas.
Desafortunadamente durante la segunda guerra mundial el espléndido puente, junto a todos los otros de la ciudad, con la exclusión del Puente Viejo, fue destruido por las tropas alemanas el 4 de agosto de 1944.
Acabada la guerra, un comité ciudadano al lema de "dónde fue y como fue" dio vida a su reconstrucción, que fue ejecutada con las mismas características estructurales y estética del original proyecto del Ammannati.
Pasado el puente Santa Trinidad podemos ver a la derecha el Edificio Spini Feroni. El imponente edificio hospeda una conocida empresa de vestuario y calzados además del Museo del Zapato.
Pasado el edificio Espinoso-Feroni, sobre el lado opuesto, vemos la iglesia de Santa Trinidad. Surgió en el siglo XI en lugar de un más modesto oratorio por voluntad de los monjes vallombrosani. Curiosamente fué y conocida con el nombre de Santa Trinidad, y no como litúrgicamente de la Santa Trinidad habría sido más exacto. Después de unos dos siglos la iglesia vino casi completamente reconstruida con la ampliación del interior llevada a tres altas naves. La fachada renacentista, es obra de Bernardo Buontalenti; sobre el rosetón central enseña, en el tímpano, el altorrelieve de la Trinidad, obra de Giovanbattista Caccini el que talló también la estatua de Sant'Alessio alojada en un nicho lateral al portal de acceso.
En el centro de la plaza de Santa Trinidad, al lado del edificio Spini Feroni, se levanta la Columna de la Justicia.
Entre la calle Porta Roja y calle de las Termas, se admira el elegante edificio Bartolini Salimbeni, hecho construir por Giovanni Bartolini a Baccio de Agnolo con criterios muy innovativos.
La fachada, a tres planes subdivididos por marcos decorados, ve abrirse particulares ventanales cruzados, con el lema heráldico "Para no dormir", alusivo a la sagaz actividad mercantil de la familia, claramente por la rapidez con la que fue a las citas de asuntos también sacrificando el sueño.
El majestuoso portal de entrada, enmarcado por dos columnas con entablemento y tímpano, exhibiendo otra inscripción, esta vez latina, "Carpore Promptius quam Imitari" (es más fácil criticar que imitar), querida por el mismo Baccio de Agnolo a defensa del estilo de la misma arquitectura innovativa también caracterizada de la variedad de las piedras empleadas y del alarde de los adornos.
Alguno de nuestros circuitos que pasan por Florencia
Itinerario 6: De la Calle Porta Rossa a Plaza de la República
Recorrido: Calle Porta Rossa Plaza Davanzati Calle Lleva Roja Calle Peletería Plaza de la República
Duración del recorrido: 35 minutos / Distancia a recorrer: 600 metros
Dirigiendonos a la derecha por la calle Porta Rossa, se alcanza enseguida plaza de Davanzati donde se hospeda hoy el Museo de la Casa florentina Antigua, típicamente decorado con apreciables muebles, útiles de época, bordados, encajes, además de varias y preciosas obras de arte.
Construido al final del Trescientos de manera majestuosa y austera, el edificio fue afinado en el siglo siguiente. Al comienzo fue la rica vivienda de los Davizzi, por lo tanto les pasó a los Bartolini y por fin a la familia Davanzati, cuyo bonito escudo de armas con el león rampante (obra de Donatello), se admira todavía sobre la fachada. El edificio fue adquirido en el 1578 por el conocido economista y literado Bernardo Davanzati dicho "Grano de Pimienta" por su vivaracha gracia. Hoy también es tristemente recordado porque dos miembros de las familias se quitaron la vida: Bernardo de Bostico (nieto de Grano de Pimienta) el 1 de octubre de 1653 y Carlo de Giuseppe el 22 de marzo de 1848.
En la plaza Davanzati, esquina con la calle Porta Rossa, se puede notar un ejemplo de casa-torre: el de Foresi. En el siglo XIII les perteneció a los Monaldi los que, por legado testamentario, se lo cedieron a los Foresi. Continuando por la Via de' Sassetti, llegaremos en direccion recta a Piazza della Repubblica.
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